On the road
- Detalles
- Escrito por Mikel Alvira
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Veo el paisaje más allá de las ventanillas
y me imagino cómo sería sin usted
señora
sin usted no me gusta
sonríe y me mira de reojo
y pienso que me gusta que sonría y que me mire de reojo
sin perder ripio a la vía
me gusta conducir
dije
y que me conduzcan
como usted lo hace
suenan los neumáticos sobre el asfalto
como cuerdas graves de algún instrumento cuyo nombre desconozco
y me recuerdan que el tiempo
señora
efímero aunque eterno
fugaz aunque duradero
es on the road
canción de amor a ochenta por hora.
'Sortu y las huellas'
- Detalles
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Artículo de Luisa Etxenike aparecido en El País el 14 de febrero de 2011.
"Somos lo que somos con nuestros defectos y nuestras virtudes" acaba de decir Rufi Etxeberria, portavoz de la izquierda abertzale. Y otro tanto podría decir cualquiera, porque todos tenemos defectos y virtudes, y a veces hasta virtudes nacidas de nuestros defectos y viceversa. La cuestión es si ese enunciado, perfectamente asumible en el ámbito de lo privado, resulta apropiado para lo público, como tarjeta de presentación de un proyecto político que se pretende de ruptura con lo anterior, con un pasado de vecindario (los estatutos de Sortu hablan de "vínculos de dependencia") con el terrorismo.
Durante todos estos años, el eje del debate en torno a la izquierda abertzale ha sido precisamente el de sus relaciones con ETA. Se ha insistido en esa vinculación y se comprende, pero se ha hablado muy poco de sus relaciones con la sociedad vasca, o del impacto y las consecuencias de su actitud (de esos "vínculos de dependencia" conocidos y ahora reconocidos) en nuestra sociedad. Siempre he lamentado esa ausencia de o en el debate, porque he considerado que en esa cuestión residía una de las claves políticas del presente y del futuro (ese futuro cuyo umbral parece que hemos alcanzado por fin) de Euskadi.
'Ubú Rector'
- Detalles
- Escrito por Juan Manuel Uría
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
La pequeña obra de teatro que aquí les presento, Ubú Rector, quiere ser un humilde homenaje a uno de los precursores del teatro del absurdo, creador del personaje Ubú y autor de las obras Ubú Rey, Ubú encadenado y Ubú cornudo, entre otras: Alfred Jarry. Comparte con ellas (o lo pretende) su humor surrealista, negro, algo escatológico y, sobre todo, irreverente. Un humor sin h, o sea, Umor, que diría Jacques Vaché. Les confesaré, en cualquier caso, una vez dicho lo anterior (pues el deber de un escritor es exponerse), que otro de los motivos que me llevó a escribir la obra, además del mencionado homenaje, fue algo que quizá ustedes tachen de poco virtuoso: la venganza. Venganza inocua, eso sí, para consumo propio, a modo de lenitivo, y literaria. Concretaré más: venganza que recae sobre la, a todas luces conspicua, Universidad de Texas en El Paso, también conocida por el acrónimo UTEP, que no quiso concederme una beca que había solicitado. En la obra, entre otras cosas, hago una refundación de la Universidad, que pasará a llamarse UPTEP, esto es, Universidad Patafísica de Texas en El Paso, siendo su rector, como habrán podido imaginar, el Padre Ubú.
Nada más. Pasen y lean, y que el humor y la ironía y, por supuesto, la poesía, nos ayuden a vivir.
Esta obra será publicada en breve en la revista Soliloquio, letra U (Soliloquio U. Ti.Ta. ed/25. Gatza).
'Me parto'
- Detalles
- Escrito por Mikel Apodaka
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
—No quiero saber nada más
de lo que ya sé— pensó el niño
justo antes de nacer.
Y nació de culo.
Joseba Roldán. (Donostia, 1979). Tras su descalabrado paso por la facultad de informática, logra finalizar sus estudios técnicos para pasar a formarse como actor de teatro en el TAE de San Sebastián y en otras escuelas. Desde entonces divide su tiempo entre su profesión oficial (técnico informático) y su profesión oficiosa (las artes escénicas). Actualmente edita y dirige el fanzine literario Alquimia y trabaja en la colección de textos breves Godot me está esperando.
'Ilustración, modernidad y derechos de autor"
- Detalles
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Artículo de Javier Otaola aparecido en la sección de Opinión de El Correo.
"El intento de protección legal de la propiedad intelectual ensayado con la denominada Ley Sinde ha dado lugar a un encendido debate en el que, como suele ocurrir, no es fácil desentrañar cuáles son los términos reales de las discrepancias y cuáles los intereses y bienes jurídicos que unos y otros dicen defender. Lo primero que se me ocurre decir al respecto es que hay algo que todos los que nos reivindicamos de la tradición humanista e ilustrada debemos defender, como principio: los derechos morales y materiales de los autores y creadores. Falta precisar simplemente cómo y con qué instrumentos habremos de hacerlo para que esa protección no lesione los derechos a la libertad de expresión y comunicación.
La protección de los derechos de autor -denominado así en el derecho continental- o del copyright -en el derecho anglosajón- está asociada a la concepción individual y social de la Ilustración -es decir de la Modernidad y de la Democracia- y tiene su fundamento intelectual y moral en la concepción del trabajo humano que desarrolló el filósofo inglés John Locke, y en la teoría de la personalidad del filósofo alemán Emmanuel Kant. Nada menos.
Para Locke (1632-1704) y Kant (1724-1804) el ser humano como ser autoconsciente y pensante es propietario de sí mismo, no es -como sostenían los autores medievales- propiedad de su comunidad de origen, ni de su estirpe, ni de su familia, ni de su rey, ni de la Iglesia; el ser humano, aunque tiene deberes para con su familia y su comunidad, es y debe ser tratado y respetado como dueño de sí mismo; su destino como persona es desarrollar y realizar su ser más original -no sometido a otros- aun a riesgo de equivocarse, fracasar y frustrarse. Incorporamos en el trabajo creativo una parte de nuestra persona, nos hacemos a nosotros mismos actuando, produciendo y nos 'invertimos' como personas en la obra creada, de ahí deriva de forma natural el derecho a la 'propiedad moral e intelectual' de la obra original. El ser humano al crear algo, crea para otros, pero en ese acto se crea a sí mismo y en esa obra deja algo íntimo y personal. La obra, cuando es original y no una mera repetición, incorpora la conciencia de su autor y es la forma más pura de la propiedad ya que no está relacionada con algo material sino con algo espiritual: la innovación, la creación, la producción de algo original que enriquece la conciencia de todos.