Antonio Maura recuerda a Lêdo Ivo
- Detalles
- Escrito por Antonio Maura
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
El poeta, narrador y ensayista Lêdo Ivo (Maceio, 1924) ha muerto en Sevilla en la madrugada del 23 de diciembre. Se encontraba pasando unos días en una ciudad que amaba en compañía de su hijo, el artista plástico Gonçalo Ivo, de su nuera Denyse y de sus nietos Leonardo y Antonia.
Lêdo Ivo, que nos acompañó el año pasado en una mesa redonda y lectura de poemas organizada por la AEE y la Fundación Cultural Hispano-Brasileña en la Sociedad Bilbaína, era uno de los últimos representantes de la Generación poética del 45 a la que pertenecen figuras tan significativas de la poesía brasileña como João Cabral de Melo Neto o Ferreira Gullar, entre otros. Escribió más de veinte poemarios y cinco novelas, además de un nutrido número de ensayos. Sus poemas han sudo incluidos en todas las antologías poéticas brasileñas que se han publicado en España, desde la que recolectó Ángel Crespo para la editorial Seix Barral en 1973 hasta nuestros días.
Recientemente la editorial Vaso Roto publicó tres poemarios suyos: Rumor Nocturno (2009), Plenilunio (2010) y Calima (2011). Por su parte, la editorial Calambur había publicado una antología suya bajo el título La aldea de sal en 2009. Lêdo Ivo había recibido en España el prestigioso premio Leteo al conjunto de su obra (2011), así como el premio Rosalía de Castro, concedido por el PEN Club de Galicia en 2010 o el premio Casa de las Américas (Cuba , 2009), entre otros.
Lêdo Ivo, miembro de la Academia Brasileña de Letras es, posiblemente, una de las voces más auténticas y personales de la poesía brasileña. Como la mejor forma de recordar a un poeta es oyendo sus palabras, me permito recordar los versos que pronunció aquella tarde del 6 de octubre de 2011 en Bilbao:
O mar às avessas:
as constelações
são navios.
A poesia é uma mentira.
As estrelas não são navios.
O céu é uma ilusão.
A verdade está na terra,
nos navios ancorados
ao longo do cais.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
El mar en contra:
las constelaciones
son navíos.
La poesía es una mentira.
Las estrellas no son navíos.
El cielo es una ilusión.
La verdad está en la tierra,
en los navíos anclados
a lo largo del muelle.
Que su voz sepa encontrar, entre los mástiles de los navíos anclados en el puerto, el azul clarísimo donde mar y cielo se confunden en un horizonte infinito, eternamente.
Antonio Maura es el único escritor español en la actualidad que es socio correspondiente de la Academia de las letras de Brasil.
Debates
- Detalles
- Escrito por Elena Moreno Scheredre
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Los principales candidatos a lehendakari escenificaron un encuentro televisivo días atrás, con la finalidad de recoger a esos votantes a los que se les suponía ensimismados, es decir, metidos en sí mismos, apenas conscientes de que iban a seguir gestionando su pequeña vida.
Era como si alguien tocara una campana. Nos llamaban a vísperas… Lo hacían según las técnicas de marketing, siguiendo los consejos de los americanos que, para eso inventaron la tele tienda. Querían que acudiéramos a las urnas. Apenas quedaban unos días y el ambiente no había sido como el de otras convocatorias. Ya no había aquellas viejas consignas, ni parecía que nos jugáramos nada trascendental, puesto que lo esencial ya estaba en juego hacia meses. Los votantes andábamos enredados en la incómoda tarea de sobrevivir paralelos a una sociedad de bienestar que apretaba el pie el zapato. Teníamos esa pereza que se parece tanto a la falta de ilusión, al abatimiento a la derrota. Acudíamos a las urnas agotados, porque los meses anteriores habían sido portadores de revelaciones no precisamente agradables.
De ese debate iba a salir el futuro gobierno, y también el futuro lehendakari. Pero no se sabría qué o quién iba a serlo, puesto que después de nuestra voluntad estarían los intereses de los partidos, sus intereses… Los números que marcarían la mayoría absoluta, la posibilidad de ejercer con más o menos control un programa. Los pactos, ya anunciados, secreta y supuestamente firmados, los temores y ese maldito miedo, esa emoción fétida de la que al parecer no podemos desprendernos. En el debate, el minuto era de oro, y se aireaban los millones de euros, los presupuestos, lo que tú no hiciste y yo propuse, el rechazo y el ya te dije, o el te lo advertí.
Era una oportunidad maravillosa para que esos políticos nos hablaran de su vocación de servicio… De que revirtieran ese enfado que tenemos los contribuyentes, de que reconocieran que se les fue la mano en la prepotencia, en la no intervención, en la mirada hacia otro lado, en los puestos a dedo, en los blindajes de sueldos, en las exenciones fiscales de las que gozan, las dietas por desplazamientos, los móviles, las prebendas en general de una casta con normas hechas a su medida. Me senté a esperar un cierto reconocimiento, un señores lo sentimos no lo vimos venir, no estuvimos acertados, es preciso reformar, legislar, trabajar por y para el futuro…
Pero el debate estaba estructurado como siempre con preguntas en torno a la Fiscalidad, Políticas sociales, Educación, Cultura, aunque este último epígrafe es aquella asignatura que llamábamos “Maria” porque era una tontería que no había que estudiar.
Los políticos están en su papel. Necesitan nuestros votos para mantenerse en sus pódiums. No se les ocurre hablar de reforma electoral, porque eso sería nombrar la soga en casa del ahorcado, pero preguntémonos ¿Qué pasaría si los votos fueran a las personas y no a los partidos? ¿Cuántos currículos soportarían la necesaria preparación y ética para ejercer sobre los bienes públicos? … Es preciso dignificar la política, pero solo se conseguirá desde la transparencia y naturalmente la voluntad de tenerla. Ellos se legislan, ellos se autoriza, ellos se eximen de responsabilidad.
Yo también quiero auditorias. Morales.
Artículo aparecido en El Correo el 20 de octubre.
Nombre de mujer
- Detalles
- Escrito por Luis A. Bañeres
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Me quedo mirando a esa mujer, tocada ahora con un parche que le da un aire corsario, su pelo corto y rubio y una sonrisa no forzada en la cara.
Y se me cae la parte de la tostada mojada en el café. Será por la admiración. Mantiene la belleza que la fatalidad no ha podido doblegar. Más de cien puntadas en su cara, cráneo fracturado y una lucha sin cuartel para salvar la vida. Dice haber ganado la carrera más importante de su vida, ya que ha vuelto a nacer. Maria de Villota subiría de nuevo a un Fórmula 1, pero toma la pérdida de su ojo como un guiño, como algo que sucedió por alguna razón. Intuye que la vida le depara algo mejor En el reparto de cartas, la primera para María ha sido un cuatro, pero no se resigna a unos pobres pares o a unas improbables medias. Mucho menos aún lo reserva para chica. María sabe que vendrán un siete y dos figuras. Porque María nos recuerda a todos que el mayor coraje siempre tuvo nombre de mujer.
Vivir sin vender el alma
- Detalles
- Escrito por Elena Moreno Scheredre
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Hace años, el director de un centro de transfusiones que funcionaba sin problemas necesitaba aumentar su stock. Para conseguir su propósito puso una prima a los donantes. Como consecuencia de esta “estrategia” las donaciones cayeron. Para paliar el problema subieron nuevamente las primas, creando un departamento que supervisara acciones enfocadas a la donación. La sangre, que hasta entonces había sido donada, alcanzó, debido a los costes de gestión, el precio del oro. Los grandes expertos en economía y estrategia llegaron a la conclusión de que el ser humano se movía por interés económico o por interés moral, pero nunca por las dos cosas a la vez.
El capitalismo, la economía liberal, nos prometió la felicidad, nos pidió que confiáramos en sus proyectos y así lo hicimos. Ellos, los imperios financieros con sus aliados políticos a la cabeza fueron construyendo la sociedad del bienestar. Y por hacerlo breve, resultó que la felicidad que nos habían diseñado y que habíamos aceptado no colmaba nuestras necesidades, quizás porque el hombre se adapta a todo y además porque había un nuevo factor con el que no se había contado; el de la comparación con los otros
Comenzó una carrera desenfrenada y sin lógica para alcanzar al que iba delante. Quiero ser más rica y más guapa que aquella. Esa persecución vana e ineficaz de la felicidad, sin escoger la lógica de sus propias aspiraciones, sin acordar las decisiones con los demás no reflejaba más que impotencia al vernos atrapados en nuestras propias trampas. La acumulación de riqueza que el capitalismo ha sido capaz de generar está fundada sobre unas coordenadas absurdas si lo que buscamos es la felicidad y no otra cosa. El mundo que nos espera no es aquel que figura en nuestro mapa, y la perplejidad de este momento solo debe durar el tiempo suficiente como para reaccionar. No nos hagamos los tontos. ¿Cómo aceptar que esa economía deje fuera los elementos más importantes para el bienestar del ser humano; La educación y la salud?
El lehendakari hizo un discurso interesante sobre los pensadores en unas jornadas de pensamiento y reflexión sobre la sociedad contemporánea el pasado Julio, pero yo quiero aceptar y añadir mi parte de error. Hemos dejado al pensamiento morir de inanición. Hemos abandonado a los pensadores, sumiéndoles en la pobreza económica si eran incómodos al poder o sometiéndoles a ideologías en el caso contrario, castigados, recluidos en una soledad inadmisible. Nos hemos quedado sin referencias éticas y está claro que es la contradicción la que pone en funcionamiento el pensamiento. Ahora, como ya dije en otra ocasión, los políticos sacaran las chaquetas de sport, irán a las campas descamisados a contarnos lo que ya sabemos y nos pedirán que les creamos. Nos gustaría creerlos, así que, les suplico revisen las listas electorales y saquen de ellos aquellos que no estén preparados para creer que el pensamiento es el futuro. Es, casi una súplica. Una llamada a lo que quede de interés moral.
Publicado en El Correo (Opinión) domingo, 7 octubre
Irazoki y Aramburu en 'Destinos intermedios'
- Detalles
- Categoría de nivel principal o raíz: Colaboraciones
Selección de poemas de Fernando Aramburu y Francisco Javier Irazoki en la revista virtual Destinos intermedios, que lleva Octavio Escobar Giraldo. Una mirada a la poesía española contemporánea hecha desde Colombia.