'Lo que crece'
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- Written by Luisa Etxenike
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Se acaba de aprobar en el Congreso, y por unanimidad, la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición que impide que determinados productos, cargados de grasas saturadas, sal o azúcares, se vendan en centros escolares. Esta ley responde a la necesidad urgente de frenar el sobrepeso y la obesidad infantiles que están alcanzando en nuestro país proporciones de epidemia (casi uno de cada cuatro niños las padece) con las nefastas consecuencias que ello implica no sólo en términos de gasto social -ningún sistema de salud puede permitirse semejante oleada de pacientes crónicos desde la más tierna infancia-, sino y sobre todo en términos de felicidad social. Ninguna sociedad digna de ese nombre puede aceptar "producir" en su seno niños para los que el cuerpo se vuelve en el sentido más literal un fardo, y una fuente de preocupación y sufrimiento. Los adultos sabemos de sobra lo que significa avanzar hacia el envejecimiento y sus dolencias; produce por ello horror y escándalo imaginar que los más pequeños puedan llegar allí antes de la hora, sin haber disfrutado largamente de esa maravillosa indiferencia o irrelevancia de los límites físicos que supone la juventud, y que la escritora argentina Marta Lynch resumía así de bien: "Magnífico cuerpo animal que funciona okey".
Y diría que ninguna cultura, digna de ese estatuto, debería permitirse cegueras y contradicciones intergeneracionales como la que consiste en sofisticar por arriba, para los adultos, la sensibilidad gastronómica -vivimos en un país iluminado de estrellas Michelin, por ejemplo, o donde proliferan las tiendas de delicatessen, las escuelas del gusto, los productos de autor-, sofisticar y refinar por arriba la sensibilidad gastronómica, mientras por abajo, los niños se vuelven adictos, esclavos de la comida basura. Es decir, mientras se les cierran las puertas para disfrutar en su momento de aquello que en la sociedad en la que viven es fuente de placer, de debate cultural, de atractivo turístico, de riqueza. Tenemos en este momento a los jóvenes en la calle porque sienten que se ha abierto entre ellos y los adultos un foso. No enseñar a los niños a comer es otra forma de añadirle a esa brecha metros de ancho y de hondo.
Bienvenida entonces esta ley. Y también, en una línea entiendo que parecida, la decisión de la Academia de Cine de impedir que los menores de 16 años opten a los premios Goya. Creo que evitar que actores y actrices entren desde niños en competición es una manera de defender su "salud", de permitirles que gocen de ese alimento puro, de esa pura delicia que consiste en hacer las cosas porque sí, por afición, por pasión, por amor al (en este caso séptimo) arte. En una hermosa canción de las que un día se llamaron, estimulantemente, de protesta Mercedes Sosa decía: "Es honra de los hombres proteger lo que crece". Estoy convencida; y creo que la Academia de Cine se honra y se prestigia con esta decisión.
Artículo aparecido en la edición vasca de El País.
San Sebastián sí, Donostia bai
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- Written by Fátima Frutos
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Donostia Sí. Porque Donostia no sólo mira al mar, mira también a su ciudadanía y la hace partícipe de un proyecto de convivencia en que la Cultura es el hilo conductor. San Sebastián Bai. Porque la ciudad no se repliega sobre sí misma, sino que se expande como las olas de nuestro Cantábrico. Porque no se ha tratado de ofertar actos culturales prefabricados sino de generar Arte a partir de la imaginación cívica. Porque la europeidad y la pluralidad de San Sebastián no son solamente una quincena festiva sino un sentimiento, que se cultiva día a día. Porque el 20 de enero de 2016 niñas y niños de toda Europa redoblarán sus tambores llamando la atención de la actual generación, que en el viejo continente debe procurarles un futuro de esperanza y justicia. Porque las/os donostiarras llevamos mucho tiempo haciendo de la innovación y la interconexión nuestra bandera, incluso lejos de nuestra tierra o, si acaso, más cuando vivimos fuera de nuestra querida ciudad. Porque transformar la sociedad desde la Cultura significa poner en valor a las personas, a todas, y no sólo a las que detentan el poder económico o político. Porque si últimamente la calle ha sido tomada por la indignación, ahora lo va a ser por el compromiso con la verdad, la reconciliación y el conocimiento. Porque las aportaciones importan y el propiciar encuentros, donde se entrelacen disciplinas diversas y, éstas converjan, es apostar por la imaginación y no por la imposición. Porque nos interesa una Cultura de la Sostenibilidad y no de la vacuidad. Porque vi nacer la Poesía en el Peine de los Vientos, la Pintura en San Telmo, la Gastronomía en Fermín Calbetón, el Cine en el Rompeolas, la Escultura en Ondarreta, la Danza en el Boulevard, el Teatro en el Bellas Artes, la Música en la Plaza de la Trinidad…etc. Porque San Sebastián está preparada para dar vida y construirá las emociones del futuro. Porque Donostia se ha atrevido a soñar. Porque mira fijamente los ojos de la Paz. Porque enamora: San Sebastián-Donostia 2016 Capital Europea de la Cultura de la Convivencia.
Artículo para el diario Noticias de Navarra.
Escritores de la AEE/EIE en 'La Risa de Bilbao'
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Bilbao acogerá el próximo mes de septiembre la Segunda Semana Internacional de Literatura y Arte con Humor, LA RISA DE BILBAO/BILBOKO BARREA. La cita, que se celebrará entre 28 de septiembre y el 2 de octubre, estará dedicada al humor surrealista. En ella, el público podrá nuevamente disfrutar de numerosas actividades: encuentros con autores, coloquios, mesas redondas, exposiciones, actividades para toda la familia, espectáculos de humor, presentaciones de novedades editoriales, firma y venta de libros, concursos, proyecciones de cortometrajes, etc.
Junto al director e ideólogo del certamen, el escritor Juan Bas, varios autores de la AEE/EIE participarán este año en La Risa de Bilbao. Luisa Etxenike moderará un encuentro sobre 'El humor en la columna de prensa', en el que participarán Carmen Posadas, Rosa Belmonte y Manuel Rodríguez Rivero. Fernando Marías hará de presentador de la novela Punto de fisión, de David Torres, además de participar en varias firmas de libros y moderar la mesa redonda 'Farmacopea, alcohol y drogas en el humor literario’ en la que estarán Montero Glez, Luis Magrinyà y José Carlos Somoza; Fernando Aramburu firmará ejemplares de sus últimos libros y participará en la mesa redonda 'El humor surrealista' junto a Nuria Barrios y Javier Fesser. Por último, los escritores Pedro Ugarte y Miguel González San Martín estarán presentes en el libro de relatos El hombre del cartapacio (Alberdania) que se edita para la ocasión y en el que estarán además los textos de humor de Harkaitz Cano, Nuria Barros, Elvira Lindo, Berta Marsé, Ricardo Menédez Salmón, Ramiro Pinilla, Manuel Manzano y Fernando Iwasaki.
El programa ha sido presentado esta mañana por Juan Bas, Ibone Bengoetxea, concejala de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Bilbao; Mikel Toral, director de Cultura del Gobierno Vasco; y Gorka Martínez, de la Fundación BBK, entidades patrocinadoras. El cartel del Festival de esta edición será obra de Gallego & Rey. En esta segunda edición contará con la presencia de autores de la relevancia literaria y comercial como Frédéric Beigbeder (autor de ‘13,99 euros’ y ‘Socorro, perdón’), Elvira Lindo (‘Manolito Gafotas’ y ‘Algo más inesperado que la muerte’) o David Lodge (‘La caída del Museo Británico’ y ‘La terapia’), quienes serán entrevistados ante el público por prestigiosos periodistas y escritores como Joaquín Berges, Mercedes Abad o César Coca.
Más información.
'Sin interruptor de memoria'
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- Written by Luisa Etxenike
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Leí hace unos días la noticia de que unos científicos norteamericanos habían conseguido desarrollar e implantar en el cerebro de unas ratas de laboratorio un interruptor de encendido y apagado de la memoria. Uno de los investigadores explicaba el proceso con esta claridad: "Se enciende el interruptor y las ratas recuerdan. Se apaga y las ratas olvidan". En lo que estos científicos confían es que el dispositivo consiga "fortalecer los recuerdos que se generan internamente en el cerebro y mejorar la capacidad de la memoria", es decir, que sirva algún día para combatir enfermedades que como el alzhéimer van destruyendo la posibilidad de recordar. La noticia es, en ese sentido, mejor que buena. Pero, como sucede con muchos avances científicos, genera también una forma de inquietud o de vértigo al imaginar las posibilidades que se les abrirían por delante a quienes quisieran hacer un mal uso de ese mecanismo, utilizarlo no a favor, sino en contra de la memoria; no para encender, sino para apagar cerebros. En estos tiempos de capacidades científicas y técnicas descomunales, que este tipo de noticias produzcan siamesamente esperanza y vértigo parece inevitable y además imprescindible. Más que nunca el progreso científico necesita dotarse de un debate moral. O que en asuntos como el del interruptor de memoria, por ejemplo, la centralidad del proyecto puedan ocuparla las conexiones neuronales y las éticas, actuar en un protagonismo compartido.
Aplicada al cuerpo social y a la memoria histórica la imagen de un interruptor capaz de encender o apagar recuerdos adquiere una expresividad tan rotunda y escalofriante que merece tomarse como metáfora de lo que está en juego o de lo que las sociedades se juegan cuando les llega el momento -como afortunadamente parece que se está produciendo en Euskadi- de recordar, de convertir en memoria lo que, por fin, se ha quedado del otro lado de la línea del presente.
Parece claro que hay entre nosotros algunos partidarios de desarrollar un interruptor para la memoria de lo sucedido en más de tres décadas de terrorismo, y deseosos de activarlo, naturalmente, para que esos recuerdos se apaguen en el cerebro de la sociedad vasca. Creo que hay que oponerse a ello con firmeza. Que nuestro principal empeño como sociedad, nuestra primera responsabilidad ética debe ser evitar cualquier apagón de memoria. Los más de 800 asesinados por ETA, los miles de heridos físicos y morales merecen que los recuerdos sigan encendidos. Y la sociedad vasca merece ser reconocida y alentada en su capacidad de relatar fiel, sinceramente lo vivido y sentido y pensado todos estos años. Y los más jóvenes merecen que les enseñemos a saber y a defenderse, sabiendo, contra aquellos que pretendan meterles dentro de la cabeza un interruptor destinado a apagarles la lucidez, la empatía, la convicción de que la memoria es un derecho, esto es, un deber ciudadano irrenunciable.
Artículo aparecido en la edición vasca de El País.
Encuentro de escritores en Vitoria
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El pasado 23 de junio tuvo lugar en Vitoria un encuentro de escritores vascos con motivo de la asamblea de la AEE/EIE. En la fotografía: Angela Mallén, Kepa Murua, Alex Oviedo, Seve Calleja, Luisa Etxenike, Beatriz Celayam Elisa Rueda, José Ignacio Besga y Javier Maura. En la imagen faltó Javier Otaola.