Fátima Frutos recibe el Ciudad de Irún
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La poeta Fátima Frutos recibió ayer el Premio Literario Kutxa Ciudad de Irún en castellano en un acto celebrado en el Centro Cultural Amaia de la ciudad bidasoarra. También se les hizo entrega del galardón al poeta guipuzcoano Asier Serrano por su poemario en euskera y al escritor asturiano afincado en Madrid Ignacio Ferrando Pérez, reconocido en el apartado de narrativa en castellano -en lengua vasca el premio había quedado desierto-.
Ninguno de los tres galardonados es un desconocido en el mundo cultural. Asier Serrano Lasa (Eibar, 1975), que se hizo con el premio de poesía en euskera con su obra Desterratuen piztiarioa, fue letrista de EH Sukarra y cantante de Lorelei. Por su parte, la donostiarra Fátima Frutos, galardonada por su poemario Andromeda encadenada, compatibiliza su trabajo como técnica de Igualdad del Ayuntamiento de Villava con su carrera literaria.
Ferrando Pérez, que fue premiado en la categoría de novela en castellano por la propuesta Un centímetro de mar, cuenta en su hoja de servicios con otros importantes galardones como el Juan Rulfo de cuento, el Jorge Nogales y el Premio Literario Kutxa Ciudad de San Sebastián.
Toda la información en Noticias de Gipuzkoa.
Fátima Frutos en 'Noticias de Navarra'
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Entrevista a Fátima Frutos en Noticias de Navarra realizada por Ana Oliveira Lizarribar con motivo de la publicación de Andrómeda Encadenada (Alberdania).
Con su segundo poemario, 'Andrómeda encadenada', la poeta donostiarra afincada en Navarra ha dado un importante salto en su carrera poética. Espiritualidad, utopía, ciencia y filosofía se citan en este trabajo por el que este sábado recibirá el prestigioso Premio Kutxa Ciudad de Irun.
¿Cómo surge este poemario?
Siempre me ha interesado mucho la cultura clásica. Estaba leyendo a Esquilo sobre Prometeo y pensé que sería interesante hacer versos con otro mito griego que también tiene que ver con encadenarse y desencadenarse, que es el de Andrómeda. Este mito nos habla de una mujer de una extrema belleza que por envidia de las Nereidas se ve castigada a estar encadenada en un acantilado. Cuando ella está allá pasando penurias, aparece Perseo, le quita las cadenas y ambos viven felices. A partir de esta historia, me pregunté qué le diría a Perseo una mujer del siglo XXI; una mujer que, como Andrómeda, ha pasado muchas fatigas en la vida.
¿Y qué le diría?
Pues me pongo en la piel de Andrómeda y, en un monólogo con un Perseo imaginario, le digo 'muy bien, tú estás enamorado y quieres acompañarme en la vida, pero antes de eso quiero contarte quién soy, de dónde vengo y adónde voy. Es decir, no quiero que iniciemos nada sin explicarte por lo que he pasado, qué he hecho con todo este sufrimiento para sobrevivir y que mi camino es el de una mujer que necesita fortaleza y delicadeza a partes iguales'. Realmente, en este texto desnudo mi alma.
Miguel González San Martín en 'Capital Cultura'
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Os paso el enlace del programa 'Capital Cultura' de ETB2 en el que aparece el escritor de la AEE/EIE Miguel González San Martín, autor de los libros Hotel Ucrania, Dos entradas para Wembley o Pobeñeses, con el que obtuvo el Premio Euskadi de Literatura, entre otros.
'Radio París' (27 de mayo)
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- Written by Francisco Javier Irazoki
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Si la pereza fuese una disciplina olímpica, Francia debería invadir algún país para almacenar las medallas ganadas por los carteros parisinos. Los sucesores de aquellos personajes de Jacques Tati ríen en las terrazas y, levantando los vasos de cerveza, saludan con simpatía a sus víctimas. Las cartas que más sufren son las selladas como urgentes. Pueden tardar una semana en salir de un local que imagino perfecto para los juegos de naipes, los alcoholes fríos, el humo de tabaco y el tango lascivo. Lo inquietante es que esta desidia se haya contagiado a los críticos de literatura francesa. Fallecido Julien Gracq, al que consideraban el último jinete de la excelencia, han inaugurado un desierto artístico. Dada su tristeza, los analistas ni siquiera abren un garito para el jolgorio. En vez de champán, la abulia lacrimosa. Al mismo tiempo, lejos de tantas publicidades y decepciones, bastantes poetas escriben con calidad silenciosa. Son conocidos por un centenar de cofrades. Apunto varios ejemplos: el dramaturgo Valère Novarina; el imprevisible Philippe Beck; el refinado Alain Le Beuze; Jean-Paul Michel, que deslumbró a Roland Barthes y a Michel Foucault; el profundo Yves Bichet; el sugestivo Paul Le Jéloux; Yves Charnet, que renueva la desesperación de Rimbaud. No importa, los críticos se niegan a corregir la molicie y bostezan desde sus columnas. Esperan que el cartero, camarada de la lentitud, les traiga por fin las obras maestras del heredero de Albert Camus.
Aparecido en El Cultural.
'El vigilante del fiordo' en 'El Cultural'
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Reseña sobre el último libro de relatos de Fernando Aramburu, El vigilante del fiordo, aparecida hoy en El Cultural y firmada por Ricardo Senabre.
"Cualquier nueva aportación narrativa de Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959) debe ser acogida con el mayor interés, porque se trata de uno de los escritores más notables surgidos entre nosotros en los últimos decenios. El vigilante del fiordo es un conjunto de ocho cuentos, alguno de los cuales prolonga la línea temática de la recopilación anterior, Los peces de la amargura (2006), centrado en historias patéticas o mordaces en torno a los problemas del terrorismo en el País Vasco. Pero los relatos de ahora poseen menor intensidad e inmediatez que aquellos, como si el autor hubiera querido distanciarse deliberadamente de los sucesos, mantenerlos borrosos y elusivos y atender más a las consecuencias psicológicas de la violencia: el miedo irrefrenable, la amargura, la sensación insoportable de culpa, la demencia. Por otra parte, la cohesión temática es aquí más débil que en Los peces de la amargura. Hay, en efecto, un par de cuentos que se apartan demasiado del motivo medular y disuenan en el conjunto: el titulado “La mujer que lloraba en Alonso Martínez” -una historia evasiva no bien resuelta, que oscila entre el verismo y la simbología sin inclinarse en ninguna dirección- y “Lengua cansada”, cuyo mayor interés reside en la adopción de la perspectiva del adolescente narrador y en el manejo sutil de la sugerencia. Por el contrario, las elipsis excesivas dañan “Mártir de la jornada”, necesitado de algunas informaciones que se omiten.