El vigilante del fiordo (Tusquets) es el título del nuevo libro de Fernando Aramburu, con el que el escritor donostiarra vuelve a los relatos tras Los peces de la amargura. El que da título a la colección narra la historia del vigilante número 155, un hombre de mediana edad destinado a una inhóspita cabaña solitaria, en las orillas de un fiordo noruego. Su misión consiste en alertar de la presencia de terroristas en la zona, por lo que debe permanecer atento día y noche. Esa situación de pesadilla está íntimamente relacionada con el enloquecedor sentimiento de culpa que asedia a un funcionario de prisiones. La angustia provocada por el terrorismo está presente también en "Chavales con gorra", donde el miedo empuja a un matrimonio a huir de ciudad en ciudad, y en "Carne rota", un puzzle de vivencias de varios personajes en la tragedia del 11-M. El vigilante del fiordo ofrece ocho relatos en los que Aramburu, "con una escritura tersa e implacable, logra de nuevo sacudirnos con historias memorables, que subrayan lo que de dramático y heroico, pero también de miserable, atroz y absurdo, hay en el alma humana".