Pamplona, 1955: tres planos, tres secuencias. Manuel Videa, un activista llegado desde el otro lado de la frontera, pretende atentar contra Franco aprovechando la visita de éste a la capital navarra. Paralelamente, el inspector Serrano recibe la orden de detener el complot. En ese tiempo, Margot, la inflexible compañera de Manuel, tendrá que cumplir su más difícil misión. Como resultado, una creciente tensión narrativa y un laberinto de emociones que atraparán al lector durante los cuarenta días que duran los preparativos del magnicidio.
Con El Silencio de las Hayas, Mikel Alvira transitó la frontera entre dos territorios a través del tiempo y de una saga familiar, los Sorogibel. Con Cuarenta Días de Mayo, Alvira lleva a sus personajes a debatirse en otra frontera, aquella que separa el bien del mal.