IV Premio BizkaIdatz/BizkaIdatz IV. Saria
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Katixa Agirre y Alex Oviedo son los encargados de abrir con su relato la IV edición del Premio BizkaIdatz que organiza la Diputación Foral de Bizkaia, y que este año está dotado con 1.500 euros para el primer premio y 500 para el segundo, así como la publicación de los textos ganadores. Sin pinchaís en la imagen os podéis descargar el pdf con el relato, las bases y la hoja de inscripción de cada uno de los relatos.
El premio BizkaIdatz consiste en concluir una historia comenzada por dos escritores. Se valorará la calidad literaria, la unidad con el relato inicial y la adaptación perfecta a las bases del concurso. En ediciones anteriores, los escritores que aportaron sus relatos fueron, en euskera Miren Agur Meabe, Unai Elorriaga e Irati Jimenez, y en castellano, Nerea Riesco, María Eugenia Salaverri y Óscar Alonso.
Estas son las bases en ambos idiomas:
1). El IV Premio BizkaIdatz, “Esta Historia la escribes tú/Jarraitzeko prest? Orain zure txanda da”, se convoca con el objetivo fundamental de impulsar la capacidad creativa de los vizcaínos y vizcaínas y conmemorar además dos efemérides: la celebración del Día Internacional del Libro (23 de abril) y el Día Internacional de la Biblioteca (24 de octubre).
2). Podrán presentarse al concurso todas aquellas personas que lo deseen mayores de 16 años, con un trabajo original y no publicado total o parcialmente. La participación en el concurso implica la total aceptación de las bases.
3). El relato continuará la historia propuesta por uno/a de los/as dos autores/as, bien en euskera bien en castellano. Cada concursante podrá presentar cuantos trabajos desee, siempre que se adapten al comienzo del relato escrito para la ocasión por los/as autores/as, a sus personajes y a las situaciones que plantean en el mismo.
4). Las personas que participen podrán presentarse indistintamente a los relatos en euskera o en castellano, sin perjuicio de que si así lo estimase el jurado una misma persona pudiera ganar en ambos apartados.
5). Los relatos tendrán una extensión mínima de 16 páginas y máxima de 20, escritos en fuente de letra “Times” o similar, por una sola cara y en hojas A4, cuerpo 12, a doble espacio y no más de 32 líneas por página ni 70 caracteres por línea.
6). Los trabajos no irán firmados, haciendo constar en la primera página el título del relato o el seudónimo del/a autor/a. En un sobre aparte se incluirán los datos personales, dirección, teléfono y fotocopia del D.N.I, así como una breve nota biográfica del/a concursante si así lo desease. Ambos (trabajo y sobre de datos personales) serán presentados conjuntamente dentro de un mismo sobre de mayor tamaño.Impreso de solicitud
7). Los trabajos se presentarán por triplicado en la Biblioteca Foral de Bizkaia, calle Diputación nº 7, 48008 Bilbao. El plazo de presentación terminará el próximo 20 de febrero de 2012.
¿Quién gana?
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- Written by José Serna Andrés
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SE cuenta en la red que un viejo cherokee le habló a su nieto sobre la batalla que se da en el interior de las personas, y uno se atreve a decir que en el interior de los pueblos. El anciano le dijo: "Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de nosotros. Uno es malvado, es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego. El otro es bueno, es alegría, amor, paz, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe". Parece que el nieto se quedó pensativo y a continuación preguntó al abuelo: "¿Qué lobo gana?".
Y es que en estas cuestiones constantemente estamos preguntándonos quién gana. ¿Pero es que puede haber vencedores y vencidos en una situación duradera en la que existe violencia? En una agresión violenta siempre hay víctimas. Además, en nuestro interior, en el interior de los pueblos, no existen lobos exclusivamente buenos y lobos exclusivamente malvados. Y un hecho histórico, como el esperado anuncio de la desaparición de ETA, es un gran motivo de esperanza para nuestro pueblo, pero se encuentra dentro de un proceso histórico en cuyo desarrollo podemos preguntarnos si la desaparición de la organización terrorista equivale al final de la violencia en Euskal Herria. Eso no quiere decir que hablar del final de la violencia no es necesario, porque es una obligación y un desafío, pero sobre todo es un sueño.
Hay quien se pregunta, como parte de ese desafío, si es posible vencer la violencia. Mientras nos hacemos esta pregunta, vemos en nuestras pantallas de televisión a Gadafi capturado y después su cadáver. Representantes de la democracia muestran sin ningún disimulo su alegría ante esta muerte. ¿Hemos vencido así la violencia? Sabemos que hay causas justas y que la defensa de los derechos de las personas y de los pueblos es el gran desafío y la gran obligación, pero si dejamos de soñar y suprimimos el derecho a la vida, o justificamos su conculcación, como ha sucedido en demasiadas ocasiones en Euskal Herria, somos cómplices de la situación. Nos gusta hablar de Luther King y de Gandhi, pero en realidad no vinculamos su sueño con una acción posible y seguimos considerando la no-violencia como algo pasivo y de gente cobarde, cuando es precisamente su mezcla de ética, utopía y acción lo que fundamental en su estilo de lucha.
Luisa Etxenike, en 'El País'
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Entrevista aparecida hoy 25 de octubre en la edición vasca de El País y firmada por Yolanda Montero:
La escritora Luisa Etxenike presenta mañana (19.30) en el Centro Cultural Oquendo de San Sebastián su nueva novela El detective de sonidos (Editorial Libros de Pizarra).
Pregunta. ¿Cuál es el argumento?
Respuesta. El detective de sonidos se presenta en clave irónica como una reinterpretación de la novela negra. Es un detective un poco particular, muy joven e inexperto, que pone el siguiente anuncio: "Se hacen biografías sonoras". Le salen dos clientes y se ve envuelto en el paisaje de sus vidas. Ese paisaje le arrastra a la verdadera investigación, que es la de su propia vida, marcada por un suceso familiar.
P. Una vez más aborda el tema de la memoria y los recuerdos. ¿Por qué le interesa tanto?
R. Estamos en un momento, particularmente en Euskadi, en el que la intersección entre pasado, presente y futuro es muy importante. Coincido con Nietzsche, quien decía que el hombre de más larga memoria será el hombre del futuro. Pienso que el presente se vive de manera lúcida cuando también podemos dialogar de una manera lúcida con el pasado. Y que sólo hay futuro cuando no interrumpimos la cadena temporal.
P. También vuelve a tratar la vergüenza y la culpa.
R. Ese joven inexperto siente más vergüenza que culpa. La culpa es, a veces, algo que nos viene del exterior. Y, a veces, el exterior nos exculpa. Tiene componentes más colectivos, mientras la vergüenza es algo íntimo, una irrupción de una comprensión de la que no puedes desviar la mirada.
Ascensión Badiola en Deia
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Entrevista a Ascensión Badiola con motivo de la publicación de Cárceles y campos de concentración en Bizkaia aparecida el 24 de octubre en el diario Deia y firmada por I. Gorriti. La foto es de Pablo Viñas:
Badiola (Bilbao, 1961) se confiesa "pesimista" ante una posible revolución de la memoria histórica que estamos viviendo. A pesar de ello, "seguirá habiendo investigadores que se afanen por aflorar los secretos que se mantienen en los archivos y el producto de ese esfuerzo inmenso será bueno para todos", asevera con optimismo. Es su caso, Ascensión desencarcela en su último libro información oculta de un tiempo en el que las sombras se imponían a las luces.
¿Cuántas cárceles y campos de concentración hubo en Bizkaia entre 1937 y 1940?
Al caer el Ejército vasco, toda Euskadi fue una inmensa cárcel. Los prisioneros llenaron no solamente las cárceles y los campos de concentración que se crearon expresamente sino que se utilizaron escuelas, institutos, conventos, barcos, chalets y todo edificio susceptible de albergar la ingente masa de prisioneros en manos de Franco.
¿Sabe si el número de prisiones fue mayor que en otros territorios?
Esto ocurrió igualmente en toda la geografía franquista, a medida que los sublevados fueron ocupando territorio, por eso es difícil y puede inducir a error hablar de números. El esquema carcelario de entonces no tiene nada que ver con lo que hoy en día entenderíamos por cárcel.
¿Cuáles destacaría y por qué?
Hay que destacar la cárcel de Larrinaga en Bilbao porque se convirtió en el centro de ejecución por excelencia para todos los prisioneros que cayeron en manos de la auditoría de guerra de Bizkaia, sin olvidar los miles de hombres que pasaron sin juicio alguno, a la espera de clasificación, por los campos de concentración de Deusto y de Orduña, creados con ese carácter por la Inspección de Campos de Concentración, al igual que el de Murgia, en Araba, y el de Irun, en Gipuzkoa.
Aunque el título cita Bizkaia, su primera intención era incidir en las prisiones de Bilbao, ¿le gustaría investigar más a fondo otras como las de mujeres de Durango o Amorebieta o los centros de Gernika?
Sí, claro que me gustaría, el problema fundamental es que ha pasado demasiado tiempo y la documentación se ha perdido. Tampoco es fácil encontrar testimonios orales porque la gente que vivió aquella tragedia es ya muy mayor.
Hablando de mujeres, el trabajo de investigación incluye los nombres de más de 9.000 personas represaliadas por el franquismo. ¿Sabe cuántas de ellas fueron mujeres?
Los anexos del libro hacen referencia a 9.000 nombres entre fusilados, encarcelados y concentrados en campos, de los cuáles solo aparecen 19 mujeres fusiladas en Bilbao en ese periodo. Los demás son todos hombres porque estamos hablando de prisioneros que estuvieron en el frente. Debería puntualizar que estos 9.000 nombres apenas son una pequeña muestra del total de personas privadas de libertad, ello sin contar desterrados, sancionados, incautados, etc.
Más claro que nunca
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- Written by Luisa Etxenike
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A lo largo de los años he tenido en muchas ocasiones que cambiar, a última hora, el tema de mi columna porque la irrupción de un nuevo atentado de ETA había vuelto, de pronto, irrelevante o improcedente el asunto o el tono elegidos. Esa necesidad de cambiar, por la violencia, el curso de la vida normal, el orden y el rumbo de los pensamientos, ha sido una de las representaciones de la tragedia en la que nos ha sumido el terrorismo. Hoy también he cambiado, a última hora, el asunto de mi columna. Pero por una vez lo veo como una buena noticia.
Sabemos que este fin que ahora anuncia ETA es sólo el principio del fin; que queda aún mucho tramo que recorrer hasta que puedan aliviarse, en la intimidad y en la convivencia social, los estragos personales que ha causado el terrorismo. Y hasta que se resuelvan los déficits de civismo, de tolerancia, de cultura de lo público y de lo común que han nacido y crecido al amparo de esa violencia; es decir, hasta que se alcance aquí lo que no llamaré una normalización -palabra, como tantas, demasiado cargada ya de contrasentidos- sino una evidencia democrática, una rotunda visibilidad de lo democrático en los dichos y los hechos del intercambio político y social considerado en su conjunto o sin zonas exentas. Y que falta también un trecho hasta que se cumpla el reconocimiento a las víctimas por el daño causado y de la autoría de ese daño, esto es, hasta que quienes han realizado o amparado los actos terroristas asuman su responsabilidad. De momento, sólo vemos cómo intentan, de modo explícito, conferenciado, eludir esa responsabilidad y/o repartirla.
Queda tarea, desde luego, pero estamos ya en el comienzo del después, en los primeros pasos del camino que se abre del otro lado de la raya. Un camino que creo que está hecho como en el cuento borgiano de "senderos que se bifurcan", un camino que son muchos caminos para avanzar. Cada ciudadano elegirá el suyo, se dejará guiar por su faro. Pero, de este lado, una de las primeras cosas que se va a levantar es la losa del miedo que ha impuesto, que ha contagiado el terrorismo. Se va a levantar la losa del miedo y va a aparecer la entrada de la gruta del "tesoro". Un tesoro hecho de testimonios callados por temor, prevención, aprensión. De infinidad de expresiones guardadas, inhibidas, atadas y que ahora van a desatarse y a conjuntarse para evitar que impongan su relato quienes llevan decenios intentando imponerlo todo. A unirse para decir en común, con la armonía de registros y la sonoridad de un orfeón, que lo sucedido aquí no es "el último conflicto armado de Europa", sino una historia de victimarios y de víctimas, la cruel historia de unos que empuñaban pistolas para asesinar a otros que sólo llevaban en sus manos, como López de Lacalle, por ejemplo, un pan y los periódicos. Estamos en los primeros pasos del camino del sin miedo, del camino para contar lo sucedido más alto y más claro que nunca.
Aparecido el Día de las Bibliotecas en El País.