V Congreso de Colectividades Vascas
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Un total de 150 personas de diferentes centros vascos de 24 países se reúnen esta semana en San Sebastián con motivo del 'V Congreso Mundial de Colectividades Vascas'. El encuentro, organizado por el Gobierno vasco, reunirá a delegaciones de centros vascos en Asia, Europa, América y Oceanía, tendrá lugar entre el 2 y el 4 de noviembre en el Palacio de Congresos Kursaal y se analizará la situación de la emigración vasca hacia el exterior, de los centros de Euskadi abiertos en otros países y de la cultura vasca. La Asociación de Escritores de Euskadi/Euskadiko Idazleen Elkartea (AEE/EIE) ha participado este año con la publicación de dos pequeñas plaquettes que se distribuirán entre los asistentes, una bajo el título de Literatura y Realidad/Literatura eta errealitatea con textos de cincuenta escritores vascos, y otra titulada A LA LUNA DE LAS LENGUAS / HIZKUNTZEN ARGIPEAN / A LA LLUNA DE LES LLENGÜES, con textos en euskera, catalán y castellano.
Sobre la muerte y el alma
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- Written by Luis A. Bañeres
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El Maestro explica al alumno en qué consiste la muerte:
—La muerte no es más que una disociación irreversible de cuerpo y alma. No hay que temerla. Es parte de la vida, y como tal hay que aceptarla.
—¿Duele la muerte, Maestro?
—Depende del tipo de muerte. Cuando el alma abandona el cuerpo, puede hacerlo bajo distintas circunstancias:
»Si el cuerpo sólo presenta una pequeña rendija, entonces el alma fluye a través de ella con dificultad, está enredada y no puede liberarse. Llamamos agónica a esta muerte. Puede ser lenta y dolorosa.
»Si, por el contrario, el cuerpo no opone ninguna resistencia a la fuga del alma, queda relajado. Lo llamamos muerte dulce.
»Puede producirse también por accidente. Entonces, el alma escapa de forma repentina, abrupta, espontánea; como arrojada del cuerpo por la inercia. El intenso dolor no llega a percibirse apenas, ya que dura milésimas de segundo. Muerte accidental.
»En ocasiones, el alma está debilitada, enferma, atormentada. No tiene fuerzas para escapar. Le pasa a quien sufre un trauma terrible e irreparable como la pérdida de un hijo. Se conoce como muerte en vida.
»Habrás oído hablar también de la muerte clínica. Se produce cuando el cuerpo está mantenido de forma artificial, por un hilo de vida y el alma está sujeta a él como si se tratara de un globo con gas. El qué hacer con ese hilo es objeto de intensos debates.
»Otras veces es el alma quien provoca la muerte, impulsada por un dolor físico o espiritual que no puede soportar. Se llama suicidio.
»Por último, tenemos el caso en que alguien se antepone a la muerte de otro ser y ofrece la suya a cambio, o da a luz una vida nueva y deja la propia en el empeño. Más que morir consiste en dar la vida.
El alumno se queda pensativo durante unos instantes.
—¿Qué pasa con el alma en ese caso?
—El alma pasa a la persona a la que se ha protegido o dado la vida. Vive en él para siempre y es deber del receptor cuidar de ella con tanta determinación como le fue entregada.
Pistas falsas
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- Written by Luisa Etxenike
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Se está imponiendo la idea y la imagen de que la Conferencia de Aiete se ha organizado y cerrado así, con la celeridad y las conclusiones que sabemos, para ofrecerle a ETA y su entorno una pista de aterrizaje, y también la consideración de que esa iniciativa era por ello necesaria y, para algunos, incluso imprescindible, que era algo que había que hacer. Me preocupa ese enfoque por muchas razones. En primer lugar, porque sitúa, una vez más, la carga de la responsabilidad donde no se debe, del lado de la sociedad vasca, y no donde se debería, en el terreno de ETA y su entorno. Entiendo que hablar de una pista de aterrizaje necesaria equivale, en ese sentido, a suscribir que corresponde a la sociedad vasca el papel de aceptadora y facilitadora, o que es tarea de nuestra sociedad no rebelarse ante ciertos planteamientos —esencialmente el que asume la citada Conferencia y que describe lo sucedido en estos años como un "conflicto armado" del que derivan consecuencias a resolver ahora, bilateralmente, entre las dos partes enfrentadas—, que es tarea social no rebelarse ante ese tipo de planteamientos, dejarlos estar, para ponérselo a ETA lo más fácil posible. Equivale, en definitiva, a invertir de nuevo el protagonismo de la deuda: en lugar de insistir en el debe colosal que ETA tiene con la sociedad, imaginar y enredarse en la hipótesis de que es la sociedad la que tiene que poner una vez más de su parte, de que es la sociedad la que le debe algo a ETA, la que debe concederle algo a ETA para que ésta lo deje para siempre.
Hablar de pista de aterrizaje necesaria es además, en mi opinión, una manera de proponer una visión distorsionada del propio vuelo de ETA, o de su capacidad para seguir volando. O si se prefiere, una manera de no insistir en que cualquier aterrizaje de ETA era ya de emergencia, porque se había quedado sin aire y sin combustible para seguir, porque la sociedad y los instrumentos de su democracia la habían dejado sin lo uno y sin lo otro, sin más margen de maniobra que el de plegarse a la evidencia de la firmeza del Estado de Derecho y del rechazo social, y apagar sus motores definitiva, irreversiblemente. No insistir en esa realidad del "sin aire" equivale, a mi juicio, a suscribir la tesis del "ni vencedores ni vencidos", esto es, a apoyar el propósito de que, después de este punto final, ETA pueda asentar alguna forma de postdata de negociación, consideración, contraprestación, reales o simbólicas.
No comparto ni la idea ni la imagen de esa pista de aterrizaje imprescindible. Considero que las inversiones de deuda, las distorsiones de diagnóstico, las equivalencias de responsabilidad que introduce en el debate —en un momento en que todo debe tener una calidad inaugural, de cimiento— son coordenadas erróneas, anotaciones injustas de la longitud y la latitud, históricas, sociales y morales de lo sucedido aquí en estos años. Son inaceptables e instransitables pistas falsas.
Artículo aparecido en la edición vasca de El País.
Encuentro de escritoras de Donostia
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La XXIV edición del encuentro de escritoras que anualmente se celebra en Donostia tendrá lugar los días 16 y 17 de noviembre. Acudirán la danesa Pia Tafdrup, la catalana Cristina Morató, la italiana Daniela Attanasio y la checa Monica Zgustova. La organizadora del encuentro, Luisa Etxenike, señaló ayer que «es el ejemplo vivo de que si hay algo irreductible al estereotipo, es la escritura de mujeres».
Pedro Ugarte y Luisa Etxenike en 'Diario vasco'
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En el día de ayer, 26 de octubre de 2011, dos miembros de la Asociación abrieron las páginas de cultura de El Diario Vasco. Fueron, por este orden, Pedro Ugarte y Luisa Etxenike, que hablaban de sus dos novedades literarias, El mundo de los cabezas vacías (Páginas de espuma) y El detective de sonidos (Libros de pizarra). He aquí un extracto de ambas entrevistas y un enlace a las mismas.
Pedro Ugarte:
A pesar de que, tal y como dice uno de sus personajes, «toda crónica, al fin y al cabo, es una mentira, una cadena de inexactitudes, extrapolaciones, desaciertos y tergiversaciones cuyas verdadera dimensión nunca conocen los lectores, pero sí sus director protagonistas», Pedro Ugarte (Bilbao, 1963) presenta en esta entrevista su último libro de relatos, 'El mundo de los Cabezas Vacías' (Ed. Páginas de la Espuma), mientras prepara la edición en unos meses de 'El mundo del dinero', reciente Premio Logroño de Novela.
- ¿Quiénes son -somos- 'los cabezas vacías?
- Son una especie de secta. Alude a las personas que siempre se refieren a los demás como los 'cabezas vacías'. Se trata de la gente que critica la realidad por sistema pero luego no hace nada operativo por cambiarla. Claro, todos los demás son unos ineptos. Lo que pasa es que el personaje del relato genera ternura por razones de orden familiar. Leer más.
Luisa Etxenike:
Es una novela negra, pero para transformar los estereotipos del detective, la investigación y la intriga. Es un drama personal de enfrentamiento a recuerdos dolorosos pero tiene «un talante irónico y positivo». Es una novela de iniciación de un joven, pero también un reflejo «de las distintas edades y de cómo no siempre lo joven corresponde a lo más innovador o rompedor». Es un relato en el que internet y las nuevas tecnologías forman parte del paisaje pero no pretende trazar un panorama de la modernidad. E incluso los roles habitualmente asociados a la mujer y el hombre, al joven y al anciano, están intercambiados en muchos sentidos, «como ese hombre que trabaja en un negocio de mercería o la mujer anciana presentada como científica», comenta Luisa Etxenique.