Ramón Andrés nos presenta en esta entrevista su última obra, "Caminos de intemperie", que acaba de ver la luz editada por Galaxia Gutenberg. En ella, el pensador y poeta navarro reflexiona sobre su vida y sobre el oficio de escritor a través de aforismos y pensamientos en prosa.

Hemos entrevistado a Ramón Andrés, para que nos hable sobre este nuevo libro y otras cuestiones. Le agradecemos su atención y sus respuestas.

Pregunta - Empezando por lo más actual, nos gustaría que nos hable de “Caminos de intemperie”, el libro que acaba de publicar ¿Qué destacaría de esta nueva obra?

Respuesta - Acaso sea un libro áspero, poco amable. El motivo de ello es quizá el haber sido escrito en un momento personal muy duro. Sé que, en lo relativo a los aforismos, he conseguido momentos que no había logrado en los anteriores libros. Y en cuanto a los fragmentos en prosa, a menudo de corte autobiográfico, cosa que en mí es una novedad, he procurado ser incisivo, ya que nuestro mundo lo requiere. Estoy seguro de que el libro puede empezarse como lector y terminarse como cómplice, ya que la situación que vivimos no es halagüeña.

P - En “Caminos de intemperie” recurre nuevamente a los aforismos, que forman parte esencial de su obra (con tres libros ya publicados: Los extremos, Puntos de fuga y Malas raíces) ¿en su opinión, cuáles son las principales aportaciones de los aforismos al mundo de la cultura y de la filosofía?

R - Un aforismo puede contener una carga intelectual y emocional de gran intensidad. Pensemos que mucha filosofía crucial ha sido expresada mediante máximas, sentencias, aforismos, y al respecto cabe pensar en Pascal, en Nietzsche, en Wittgenstein. Aparte de la lógica concisión, un buen aforismo aporta penetración y sorpresa, que es un modo de despertar el pensamiento, de sacudirlo, de cogerlo por la espalda. Hoy es un género muy cultivado, pero veo que a menudo se incurre en el mayor peligro de este género, que es la ocurrencia. Lo peor de un aforismo es que te gustes en él.

P - En este nuevo libro reflexiona sobre su vida y su labor como escritor y aborda temas tan importantes para usted como la música, el arte, la historia, la naturaleza, sin dejar de lado la denuncia de algunos males de nuestro tiempo ¿Cuáles cree que son las mayores virtudes y los principales defectos del hombre del siglo XXI?

R - Es cierto, tiene una parte de biográfico. Nunca me había adentrado en esas regiones de lo íntimo. Quizá fue necesario por el momento que atravesaba. Por otra parte, la naturaleza, la música, la literatura, la filosofía, el espíritu, siempre me han acompañado, han sido tablas de salvación, un auténtico hogar, del que en verdad he carecido.

No me atrevo a decir cuáles son nuestras virtudes en tanto que testigos del siglo XXI. Sólo puedo decirle que no son muchas, dado que no aprendemos de la experiencia. No aprendemos. Inmaduros y antojadizos, pedimos libertad y no sabemos qué hacer con ella. No somos lo suficientemente críticos, no sólo con lo que está mal planteado, por ejemplo desde el punto político, sino con nosotros mismos, que nos lo permitimos todo. Demasiada comida y demasiada comodidad. Esto adormece. En cuanto a los defectos, aparte de lo comentado, están el asfixiante narcisismo y el encumbramiento de la subjetividad. Vivimos en un mundo ahogado por la autorreferencialidad.

P - El pasado mes de octubre el Ministerio de Cultura y Deporte le concedió el Premio Nacional de Ensayo 2021 por “Filosofía y consuelo de la música” (Acantilado). El jurado calificó esta obra como un “libro monumental dedicado a la música” que “muestra la relación sagrada entre la filosofía y la música” y destacó su capacidad para “unir música y poesía dialogando con la Antigüedad y atraer a lectores de distinto signo”. ¿Qué supone para usted este premio y cómo lo valora?

R - No puedo valorarlo sino con gratitud y como un reconocimiento a un esfuerzo. Pero puestos a ser sinceros, uno no puede dormirse y creer que ha logrado algo, porque en los últimos años, salvo excepciones, ha habido premios nacionales de ensayo (y de otras disciplinas) bastante bochornosos, injustificables, que obedecen a una cuestión política o a una moda. Nunca un premio puede dejarte tranquilo. ¿Lo has merecido en verdad? Eso hay que preguntárselo siempre, dados los precedentes.

P - ¿Cómo vive como escritor el nuevo paradigma de multiformatos en la literatura?

R - Con la confianza de que sirvan para abrir nuevas formas de lenguaje, pues lo que nos falta, en general, es una renovación mental del lenguaje. Por muchos formatos y aparición de géneros que surjan, si no estamos dispuestos a ampliar nuestra mente habremos fracasado una vez más.

P - ¿Hay algún proyecto de futuro en el que esté trabajando que desee compartir con nosotros?

R - Siempre estoy con uno o dos proyectos entre manos. Son tan incipientes que no me atrevo a comentarlos, ya que ni yo mismo sé adónde llegarán. Uno de ellos, más perfilado, trata sobre el instante de la afinación de un instrumento musical analizado a partir de las obras pictóricas. Es pensar el momento previo a la música, indagar sobre nuestro oído interior, tratar sobre el acontecimiento aún no manifestado. Es decir, hablar del origen de las cosas, de la primera luz en la que a veces no reparamos.

Damos nuevamente las gracias a Ramón Andrés por su tiempo y sus respuestas, le deseamos mucho éxito con esta nueva obra y esperamos con interés que esos proyectos incipientes se conviertan en realidades palpables.

Sinopsis de "Caminos de intemperie"

Los aforismos han sido siempre una parte esencial de la obra de Ramón Andrés, como lo demuestran sus tres libros de aforismos ya publicados, Los extremos, Puntos de fuga y Malas raíces. En esta nueva entrega, que además de aforismos contiene pensamientos en prosa, Ramón Andrés reflexiona sobre su propia biografía y su oficio de escritor, sobre la importancia de la música y del arte, sobre la historia y la naturaleza, sobre la lentitud y la austeridad. Y denuncia con ironía y humor aquello que aborrece de nuestro tiempo, la ciega adoración de la tecnología, el absolutismo de la ciencia, el cultivo de la ignorancia, la suplantación de lo real por lo virtual, el individualismo que esclaviza, la obsesiva creación de necesidades. Libro lleno de sabiduría, aboga por la curiosidad, la admiración y el asombro, desde la quietud y la sencillez, como método de supervivencia, sabiendo que nadie sale ileso de su existencia.