Llega la tercera obra de Hortensia Alcalá: "Sophia y los fantasmas del recuerdo" (2020, Editorial Punto Rojo). Tras La niña del columpio (2018, Letrame Grupo Editorial), y "Galería de los secretos. Un universo vacío por un gozoso calvario" (2019, Editorial Círculo Rojo), la escritora presenta su nueva obra.
La propia Hortensia comparte su sentir en torno a "Sophia y los fantasmas del recuerdo": "El tercero este que me quita el sueño. Historia: sucesos reales, narrativa, drama. Comienzo al terminar el segundo (febrero de 2019). Y por febrero de 2020 la vida me recuerda que algo raro está sucediendo, parece que han puesto el mundo boca abajo, ¿quizás para escurrirlo….? ¡¡Pues sucio y todo me gustaba más el otro!! Por todo esto el parto se adelanta, que la edad no perdona. Ya que tal y como están las cosas, en estos momentos, no quisiera irme sin verle la carita como si fuera uno más de la familia. Esto lo digo de corazón ya que por ser autodidacta, los sentimientos son reales, ¡¡los plasmo con el alma!!"
Sinopsis:
Sofía: “Sophie”. Traslada su residencia a EE UU de América por motivos de trabajo. Ella es una mujer inquieta y emprendedora, desde niña procuro buscarse la vida sin importarle el trabajo, allá donde lo tuvo supo sacarlo adelante con entusiasmo y coherencia.
En el repertorio que nos relata en este libro, nos lleva por diferentes lugares de España y Estados Unidos. Comenzando por la España negra del S.XX. Nombrando asesinatos en Navarra ejercidos por la represión - bandos sublevados contra la segunda república. Asesinatos crueles cometidos tras los paseos hacia la muerte.
"¿Amama-Abuela: donde están mis padres? ¡Goyiko, te lo diré cuando seas mayor y… días después Goyo se quedó solo en el mundo y la vida se encargaría de él!"
Tiempos de la república española, se supone que el obrero vivirá mejor, pero no se hizo el pan para los pobres y con el gran golpe, además de pérdidas humanas… y el país destrozado, volvieron todos a pasar miseria.
Campesinos mal viviendo en los montes; en chozos lejos de los pueblos, sin más transporte que sus pies descalzos por las veredas polvorientas entre canchales, cercanas a la finca Montesordo (en Portaje) de la familia Sánchez Ferlosio. Donde a temporadas trabajan carboneros, piconeros y cabreros... Padres de niños sin escuela, con hambre y calor, o mucho frio. Vecinos ricos terratenientes, Señor Rafael Sánchez Mazas y Liliana Ferlosio, y más terratenientes de dehesas cercanas a Coria. Los primeros últimamente tan nombrados por el escritor Javier Cercas (flamante premio Planeta)… y que yo los recuerdo aunque no los traté, o no nos trataron a los del pueblo. Ellos en fincas de riqueza donde las bellotas de las encinas serian el sustento de familias cuyas mujeres, arriesgándose a ser encarceladas recogían para la venta como comida del ganado. También se vivía del estraperlo entre portugueses y vecinos de alrededores. Los Maquis en la zona de Sierra Morena, o los canchos de Ramiro y pueblos cercanos al rio Alarcón y el Tajo, a la altura de Alcántara.
Nombro la finca Montesordo ya que la trama principal de la novela se inspira en aquellos parajes. Verdes y floreados en primavera. Secos dorados en verano, bajo frondosas encinas que apaciguan los más de 40 grados, disipando las aguas regateadas de la rivera.
Tierra blanca de Portaje.
Tierra blanca y belloteros.
Los dueños de las encinas
encerraron a los nuestros.
Dejándonos a los niños
huérfanos por algún tiempo.
Hortensia Alcalá