El escritor y profesor Javier Gil Díez-Conde será el encargado de presentar y conducir el acto homenaje al escritor Edward Rosset, el más prolífico autor de novela histórica en el País Vasco. La cita será en la Biblioteca Municipal de Irun CBA (Plaza de San Juan), el próximo jueves 12 de marzo a las 19:00 horas.
El acto, bajo el lema “Edward Rosset, una vida de libro”, contará con la participación de Bakarne Atxukarro (presidenta de Oskarbi, Asociación de Escritores del Bidasoa), Juantxo Atxukarro (periodista) y Carol Rosset (hija del autor). Al término del acto se le concederá al autor una placa conmemorativa y un cuadro alusivo realizado por el pintor Mensu (escritor y socio de Oskarbi).
Presentación del homenaje:
Una vida de libro, en efecto, la de Edward Rosset, digna de una historia novelada: radiotelegrafista de la RAF, destinado a Libia, cerca de Tobruk; marino mercante; colaborador “freelance” del periódico londinense Evening News; docente de inglés (Centro de Estudios Stanley), de español y latín. Y dedicado desde los noventa a su pasión literaria: la novela histórica. Ciertamente, de libro.
Novelas como “Los navegantes”, “Invasión”, “El Estratega Cartaginés” o “La Conquista del Amazonas” comienzan a hacerse un hueco en el género, no tan cultivado en el mundo hispano como en el anglosajón.
En el año 2000, Edhasa (Editorial Hispanoamericana) publica la historia de Magallanes, Elcano, Urdaneta y Legazpi, también con el título de “Los Navegantes”. Y en el 2002, con la misma editorial, “Rumbo a Cipango (Cristobal Colón)”. Desde entonces Rosset se ha mostrado como un creador infatigable, prolífico como ningún otro de nuestros días. Tanto que sería prolijo dar cuenta desde estas líneas de la innumerable lista de títulos publicados (“El Vagabundo”, “Las apóstatas tienen que morir”, “El Capitán Olano”, “La Contraarmada”, “El Ballenero”, “La monja alférez”, “Lepanto [la derrota]”, por citar algunos entre tantos). Reconocido en el mundo de las publicaciones históricas y finalista en premios tan importantes como el del Ateneo de Sevilla, el Premio Azorín o el Fernando Lara.
Reciba, pues, nuestro homenaje y los mejores deseos de sus conciudadanos.