Una de ellas fue galardonada con el Premio Serantes 2000
Mañana, 12 de diciembre, a las 19:30 horas, el escritor y profesor Javier Gil Díez-Conde presentará en la librería Lagun de Donostia La irreductible comedia cruel, reedición de dos de sus comedias crueles: Sueños de identidad y La Tierra movida bajo los pies. Se pueden encontrar en el catálogo de Tábula rasa. La presentación correrá a cargo de J.Mª Salbidegoitia (profesor de la UPV y presidente de “Ciudadanía y Libertad”) y Mari Cruz Morales Irazábal (profesora y directora de teatro).
Sueños de identidad fue galardonada con el Premio Serantes 2000 y se estrenó en el Koldo Mitxelena el 19 de mayo de 2005, dentro del ciclo de lecturas dramatizadas de la Asociación de Autores de Teatro (ATT). El espectáculo, dirigido por Mari Cruz Morales Irazábal, realizó posteriormente una gira por las capitales vascas y por varias ciudades españolas, finalizando con una representación en el Centro Cultural Amaia de Irun. En esta comedia se asiste a la pretensión de un rijoso alcalde de la imaginaria localidad fronteriza de Alcázar del Rey de cambiar el nombre del pueblo, de acuerdo con su amante, la regidora de la vecina villa portuguesa, so pretexto de una exigente conurbación al calor de la estricta política europea al respecto, que llega a provocar el secuestro de ambos por un estrafalario comando local, erigido en exponente de las esencias identitaria
En cuanto a La Tierra movida bajo los pies, el conflicto parte del encuentro de dos antiguos amigos, un miembro de una organización terrorista y un activista por la paz en en los medios, en el contexto de una declaración de tregua unilateral e indefinida. Un encuentro que a ambos va a hacerles intercambiar sus papeles bajo la trágica posibilidad de un último atentado de la tal banda armada.
Según explica su autor, la comedia cruel «consiste en una estética que pretende darle la vuelta a la relación clásica entre vida y escena: si en la antigüedad a una vida cruel correspondía una escena trágica, heróica, en el mundo actual a una realidad percibida, a través de los medios, como trágica, debe corresponder una escena simplemente cruel, sin héroes, como en una comedia».