El Segundo Cerebro (2023) -Ciencia ficción-

La primera edición que reconstruye los hechos dramáticos sucedidos en paralelo al
descubrimiento del “Segundo Cerebro” realizado por Neurobiólogos de la UPV. La especie
humana alcanzó el hito reservado a los dioses. Varias naciones y corporaciones crean ya
vida artificial con sigilo. Los últimos secretos del reino animal y vegetal revelaron su epojé.
Para muchos seres, humanos incluidos, supondrá el principio de existencias como
“singulares construidos”. Sin embargo, para quienes dieron con el hallazgo, significó la
muerte, el final. Víctimas de intereses o temores, a manos de Servicios de Inteligencia que
desean coparlo en exclusividad.

 Un Latido Menos. Delírium Cordis. (2023) -Drama Romántico-

El viaje a tierras mayas de un profesor universitario desencantado de la sociedad y próximo
a la jubilación que se inscribe en una misión de cooperación internacional con comunidades
indígenas huyendo de una ruptura sentimental. Busca aquietar su espíritu soliviantado y le
esperanza encontrar en esa antigua cultura modelos de convivencia más acordes con los
ideales humanistas y naturales a que aspira. La trama oculta que, en realidad, es un regreso y que lo impulsan otros motivos. Sus expectativas resultan alteradas por la presencia de nativos luchando por defender la
identidad frente al sin fin de presiones mercantilistas, comandados por una vigorosa líder, de nombre Lucía, con la que inicia una tortuosa relación. Una mestiza cuyos pensamientos y comportamientos singulares, opuestos a su visión racional de las cosas, le reavivan conflictos emocionales, al tiempo que lo introducen en la complejidad idiosincrásica y mitológica yucateca. En la relación de alta intensidad que establecen, el psiquismo de ambos queda atrapado en la maraña de los conflictos individuo/colectividad, cuerpo/mente y deseo/voluntad... Pese a contar con poderosas herramientas intelectuales y profesionales, caen en un estado de vulnerabilidad que amenaza con desestructurarles la personalidad

 Manzanas de Hiel y Miel (2016) -Relatos Erótico-Poéticos I-

Veinticinco relatos eróticos que recogen las vivencias y reflexiones personales,
psicosociológicas y poéticas, de un varón de sesenta años que hace balance de su vida
sexual y relaciones afectivas. Un lema preside todas las experiencias y ejemplifica el espíritu del libro. La libertad es el perfume de Eva y Adán.

LA SOCIEDAD CONTRA EL INDIVIDUO -originalmente titulada SOCIEDAD CRIMINAL S.A.-

es un ensayo de gran actualidad, crítico con estas prácticas deshumanizadoras sistemáticas, y redactado con ánimo didáctico para facilitar la comprensión a los estudiantes de los dilemas principales en torno a la relación Individuo/Sociedad. Pero escrito también, con respeto al pensamiento histórico expresado por los legitimadores de esa ficción social o “sociedad de ciencia ficción”, como dice el autor, admirador confeso de nombres señeros de muy diversa adscripción: Sócrates, Sófocles, Aspasia, Hypatia, Epicuro, Hobbes, Nietzsche, Freud, Durkheim, Weber, Kierkegard, Borges, Girard, Ortega y Gasset, Marcuse, Cooper, Diel, Foucault, Anzieu, Ibáñez, Berger, Touchard, Bourdieu, Castilla Del Pino, Giner, Wacquant, Onfray, Marina, Sloterdijk, Lamo de Espinosa, Derrida, Byung-Chul Han, Bericat, Pizarro de la Torre, … La cuidada selección antológica y comentada de autores y textos representativos de la sociología y la filosofía analizados en esta obra hermenéutica, la convierten en una lectura necesaria para comprender al ser humano y “su” actual realidad subordinada a los intereses de determinadas élites o visiones y construcciones decimonónicas darwinistas del mundo, que se pretenden naturales, justas e inmutables.

 La Cosecha roja (2012) -Relatos Cinegéticos-

La importancia de apellidarse Alcalde. Si el lector se fija en el segundo apellido del autor, observará una coincidencia con el mío. Somos primos. Como tales,
aprovechábamos de pequeños los veranos de Eibar para jugar juntos; si podemos llamar jugar a cometer cientos de tropelías sacadas de nuestras obtusas mentes infantiles, acosando a los sufridos gorriones con cepos y otras artimañas. Jesús y José Ángel, mis primos, a los que desde hace tiempo llamamos en vasco, Josu y Joseba, eran para mí como mis hermanos mayores, con quienes compartía una afición innata en los tres: la enorme atracción por la naturaleza. Joseba, eligió con el tiempo el camino de la ecología; Josu permaneció fiel a la caza y un servidor sucumbió por la pesca. No cabe duda de que algo hay en los Alcalde que nos mantiene unidos pese a los años y la distancia; y que yo, tras compartir últimamente jornadas y conversaciones con Josu, tengo clara su procedencia soriana y los afanes cinegéticos que lo impelen, temporada a temporada, en pos de la cosecha roja que son las perdices montaraces para él. Con quienes -podríamos decir- que establece vínculos sadomasoquistas. Pulsiones de amor y muerte. Alegría por verlas criarse libres y salvajes, a la par que obedecer el impulso ancestral de depredarlas para alimentarse con ellas considerándolas una rica fuente de calorías y proteínas semejante a la que ofrecen los granos de trigo. La tristeza de quitarles la vida, compatible con respetarlas y honrar, al máximo, su existencia. Agradeciendo al creador sus dones y maravillado de los prodigiosos recursos
adaptativos que atesora y la hacen sobrevivir pese a la presión humana: astucia, fuerza, resistencia, velocidad, inteligencia, cooperación...

La Mujer que Llovía. (2008) -Novela romántica-
La idea argumental narra las relaciones que hubieran podido darse entre dos personas adultas, mutuamente atraídas, si se hubieran reencontrado luego de 25 años. Narra principios casi imposibles, sorteados imaginariamente hasta hacerlos factibles. Las estaciones son contadas al ritmo de las emociones y el sexo en cada una de ellas. Un viaje ficticio en el que el autor, un varón felizmente casado, rememora sus deseos de aquella mujer de gracia que, por lealtad, dejó sin tocar. El reencuentro aconteció inesperadamente en un día irrelevante cualquiera. Y en un lugar también inesperado. El supermercado de otro pueblo distinto del mío, que apenas frecuento. Aquella tarde trataba en vano de encontrar tintas para la impresora cuando a pocos metros, percibí lo que podían ser sus particulares y recordados rizos caoba. Digo percibí, sin que deba descartar que quizá oí su ceceo particular. Estaba de espaldas. Hablaba con una dependienta. Sobresaltado por la posibilidad, azucé mis ojos sobre aquella forma y, con celeridad, mi cerebro concluyó que efectivamente era ella. La mujer que veinticinco años atrás había retratado en mis tiempos de fotógrafo aficionado y de la que siempre guardé un resumen de memoria: natural alegre y calmado, rostro y cuerpo bellos y armoniosos, calidez inteligente en la mirada y el atisbo de deseo sexual fijos en mí desde la primera vez que la traté cuando ella vendía libros y discos en una céntrica tienda de mi ciudad de nacimiento... Hoy, la llamé por su nombre y -créanme- se oyó: ¡Te Quiero!