Con una gran tristeza decimos hoy adiós a nuestro compañero Fernando Marías, tan admirado por sus obras literarias como querido por su grandeza personal.
Amaba los libros, el cine y la verdad, y dedicó su vida a contar historias para enriquecer y agrandar el mundo de los demás y el suyo propio. Lo consiguió. Ganó premios tan prestigiosos como el Nadal, el Primavera y el Biblioteca Breve, entre otros, y regaló a sus muchos lectores unos personajes, tramas y reflexiones potentes y de gran profundidad.
El novelista que de joven admiraba la fantasía y los giros sorprendentes se convirtió en su madurez en un autor que trataba con gran maestría y sensibilidad temas capitales para el ser humano, como el amor, la compasión, los fantasmas, la memoria o la culpa.
“Lo terrible es que nunca conocemos al otro del todo”, dijo al hablar de su última novela, Arde este libro. Quienes le conocieron bien, sus familiares y amigos, que son muchos, tendrán siempre en su memoria a este hombre bueno, elegante y generoso. Los demás podrán encontrarse con él en sus brillantes y conmovedores libros.
Hoy es un día triste. El mundo se acaba todos los días, escribió Fernando. Desde ayer, cuando él partió, es más pobre y más pequeño.
María Eugenia Salaverri
Presidenta
Asociación de Escritores de Euskadi / Euskadiko Idazleen Elkartea