La novela admite varias niveles de lectura que se superponen sin contradecirse, según el autor
La obra «admite varias niveles de lectura que se superponen sin contradecirse», afirma Otaola en su web. «La aventura de Aurelio Torres puede leerse, simplemente como una historia de humor negro, en la que el protagonista es una especie de Torrente, castizo y rijoso, con ínfulas filosóficas, o bien como una reflexión filosófica enmascarada en una peripecia de humor negro. El síndrome de Nietzsche suscita cuestiones radicalmente filosóficas como “el ser para la muerte” de Heidegger, la “voluntad de poder” o la “subversión de los valores” de Nietzsche, y juega también con la idea masónica del viaje como símbolo de transformación», añade el autor.