En este viejo plano el autor ha situado algunos de los lugares que aparecen en la novela y que, por desgracia, han desaparecido: la taberna de Perezagua en la calle Bailén —cuna del socialismo vasco—, el Café García en la Gran Vía —donde se fundó el Athletic—, el cementerio de los ingleses —en el entorno de Guggenheim—, el tilo del Arenal... Hay otros lugares bilbaínos fundamentales en la trama de la novela como la Casa de la Misericordia, el Teatro Arriaga o la iglesia de San Nicolás. Estos escenarios bilbaínos acompañan a los portugalujos, sukarrietarras, madrileños, donostiarras y parisinos que jalonan las páginas de la novela.