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Aparecido en La Opinión de Zamora:
N. S. La leyenda sobre el origen del Lago de Sanabria, sobre la construcción del acueducto de Segovia, el palacio de Linares o la noche de San Juan, San Jorge y el dragón, entre otros cuentos y leyendas, componen el libro «Cuentos y leyendas de la geografía española» del zamorano Seve Calleja, quien propone un recorrido por España a través de su literatura tradicional, respaldado con ilustraciones del vallisoletano Raúl Allén.
En la publicación, en la que el escritor ha empleado alrededor de dos años de trabajo, ha recopilado más de medio centenar de textos a través de su rastreo en libros antiguos especializados o el contacto con algunos narradores, como es el caso del escritor zamorano Fernando Martos, de quien tomó la leyenda del origen del Lago. «Yo no he realizado una labor de campo, como puede hacer Joaquín Díaz, sino que mi papel ha sido de "cultura libresca"», señala. Calleja ha incluido la leyenda sanabresa, en la que un pobre iba pidiendo limosna por las casas de Villaverde de Lucerna y al no dársela hizo que el agua llegara a todas las casas salvo a aquella donde le entregaron pan, como «un homenaje a mi tierra zamorana y a Fernando Martos».
Leer más: Seve Calleja propone un periplo por la literatura tradicional del país
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El próximo lunes, día 17, David Barbero entrevistará a Juan Carlos Márquez con motivo de la publicación de Llenad la Tierra en el programa Fórum de ETB2. Será a las 7.50 h de la mañana (el espacio dura unos treinta minutos), así que si os apetece podéis desayunar con el escritor. Existe la posibilidad de verlo en "directo" en la web de EITB en el apartado "Televisión/ETB-SAT".
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Entrevista publicada en el diario Público al escritor Fernando Aramburu con motivo de la publicación de su antología poética Yo quisiera llover (Demipage):
"Empezó a escribir poesía a los 18 años y dejó de hacerlo ocho años más tarde. Desde entonces pocos poemas ha necesitado, los justos y necesarios. De hecho, el último poema de la antología Yo quisiera llover (Demipage) data de 2005. De aquellos años, de aquellos versos, nació el escritor que es hoy Fernando Aramburu (San Sebastián, 1959). El narrador salió escaldado del "reto técnico" que le suponía la poesía, se despoetizó, para siempre lejos del oficio de agradar. Tampoco quería saber nada de aspirar a hacerlos con la facilidad de "quien rellena crucigramas", como recuerda en el prólogo Juan Manuel Díaz de Guereñu que dijo el autor por entonces.
Así que estos años entregado al verso, con escasa difusión, y resumidos en estas páginas, justifican la selección de los 74 poemas que de la obra de uno de los grandes escritores en castellano contemporáneos ha hecho Díaz de Guereñu. "He alimentado durante años la convicción de haber abandonado la poesía. Ahora me doy cuenta de que fue ella la que me abandonó a mí. Lo nuestro fue un matrimonio breve y nocturno, aunque no exento de agradables intensidades", reconoce el autor a este periódico con su habitual sentido del humor.
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Entrevista a Francisco Javier Irazoki en el diario de Canarias El Día. Irazoki ha sido el encargado de seleccionar la obra poética de Félix Francisco Casanova en la Antología poética que ha publicado Demipage.
"Desde su lluviosa residencia parisina transmite una profunda admiración por el poeta palmero Félix Francisco Casanova (1956-1976). Escritor, poeta y periodista musical, Francisco Javier Irazoki es el arquitecto de una "Antología Poética" (Damipage) que edificó a partir de sus gustos personales. "La genialidad no se descifra", admite a la hora de buscar una explicación que justifique la madurez y calidad de un poeta veinteañero. "Con elementos mínimos y un léxico de enorme riqueza, al final construía mundos transparentes e inagotables", señaló el creador nacido en Lesaka (1954) cuando se presentó una obra que, a su juicio, concentra un "gran refinamiento formal. Tenía una hondura y un desparpajo muy personal". Cuarenta composiciones poéticas y otra inédita dan vida a un texto que gira en torno al que está considerado el "Rimbaud español".
¿Cómo, qué le impulsó y en qué momento decidió entrar en el "universo" Casanova?
Entré con placer imprevisto. De joven, cuando me dedicaba a la crítica musical, leí los versos que Félix Francisco Casanova enviaba a "Disco Expres", la revista que entonces era una pequeña isla de modernidad en la España de Franco. Las palabras del poeta tenían la hondura y gracia de la literatura más verdadera. Después busqué sus libros.
¿Cree que Félix Francisco Casanova sigue siendo el gran desconocido de la literatura?
No. Afortunadamente, gracias a la sensibilidad de editores como Josefina Betancor (Taller Ediciones JB), Jesús Munárriz (Hiperión) y ahora David Villanueva (Demipage), ha ocurrido lo vaticinado por Fernando Aramburu: Casanova era una pequeña bola de nieve escondida, su calidad rueda entre los lectores, sigue creciendo su prestigio y acabará siendo un clásico de la literatura.
¿Tendría que ser un referente poético a conocer fuera de las fronteras de este Archipiélago?
Ya ha sido difundido con éxito más allá de Canarias. Y no sólo en España. Su novela "El don de Vorace" ha recibido elogios en los más prestigiosos periódicos de Francia (Le Monde, Libération, Le Figaro). La emisora de radio France Culture le dedicó un programa, y la revista Télérama, de importante tirada, le puso la nota máxima (cuatro estrellas), puntuación que en ese número únicamente consiguieron el libro de Casanova y las Obras completas de Molière.
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Crítica de la última novela de Mikel Alvira, Cuarenta días de mayo (Ttarttalo) aparecida en Gara y firmada por Esther Zorrozua:
"Dicen quienes han sufrido la terrible experiencia que una posguerra es mucho peor que la guerra misma. Mientras dura la contienda, ambos bandos se alimentan de la esperanza de ganar; cuando callan las armas, los que han perdido sólo pueden aspirar a la supervivencia diaria a cualquier precio y a dudosas conspiraciones que las más de las veces conducen a vía muerta. Esa penosa realidad es la que nos muestra en esta ocasión Mikel Alvira (Iruñea, 1969) en su última obra, «Cuarenta días de mayo», ambientada en la Pamplona de 1955, cuando los vencidos atraviesan su desierto más inhóspito y los vencedores tampoco son capaces de rentabilizar su victoria.
Estamos ante una galería de antihéroes que caminan sin rumbo, dando vueltas en círculo por la geografía triste de una ciudad de provincias, cuyo destino inevitable es la frustración. La anécdota arranca un primero de mayo bastante confuso, con escaramuzas desordenadas por parte de los distintos grupos perdedores (socialistas, nacionalistas, comunistas, anarquistas...) a quienes su propia descoordinación aboca al fracaso. Ese «Día del Trabajo» con sus reivindicaciones sofocadas manu militari sirve de precalentamiento al anuncio de la próxima visita de Franco a la ciudad por parte del entonces gobernador civil Carlos Arias Navarro y la instantánea reacción de preparar un atentado mortal contra el dictador por parte de los disidentes. A partir de ese momento se desencadena una acción trepidante. La propia novela se convierte en una bomba de relojería con el temporizador marcando una cuenta atrás inexorable; pero en ese momento también, el autor nos hace un guiño para indicarnos que no habrá plan que se cumpla porque no se dan las condiciones.