'El vigilante del fiordo', lo nuevo de Aramburu
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El vigilante del fiordo (Tusquets) es el título del nuevo libro de Fernando Aramburu, con el que el escritor donostiarra vuelve a los relatos tras Los peces de la amargura. El que da título a la colección narra la historia del vigilante número 155, un hombre de mediana edad destinado a una inhóspita cabaña solitaria, en las orillas de un fiordo noruego. Su misión consiste en alertar de la presencia de terroristas en la zona, por lo que debe permanecer atento día y noche. Esa situación de pesadilla está íntimamente relacionada con el enloquecedor sentimiento de culpa que asedia a un funcionario de prisiones. La angustia provocada por el terrorismo está presente también en "Chavales con gorra", donde el miedo empuja a un matrimonio a huir de ciudad en ciudad, y en "Carne rota", un puzzle de vivencias de varios personajes en la tragedia del 11-M. El vigilante del fiordo ofrece ocho relatos en los que Aramburu, "con una escritura tersa e implacable, logra de nuevo sacudirnos con historias memorables, que subrayan lo que de dramático y heroico, pero también de miserable, atroz y absurdo, hay en el alma humana".
'Meter la cabeza'
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- Written by Luisa Etxenike
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Hace unas pocas semanas nos llegó la noticia de que dos niños habían dañado, de manera accidental, una de las obras de la colección Daskalopoulos que actualmente se expone en el Guggenheim-Bilbao. Se trata, en concreto, de la titulada Me invadió un momento de pánico al pensar que podía tener razón, del artista libanés Walid Raad, compuesta por una serie de elementos luminosos colocados en el suelo y que esos niños, que habían ido al museo en una visita escolar, pisaron sin darse cuenta.
Creo que la noticia tiene sustancia para varios debates o interrogaciones fundamentales. Sobre las condiciones mismas del arte contemporáneo, por ejemplo. Porque no es la primera vez que en un museo o galería sucede algo parecido, que a alguien se le confunden las fronteras del arte, que no distingue dónde empieza la obra y acaba el mobiliario, o viceversa. También sobre el comportamiento de los niños en los espacios públicos; sobre lo que hoy hacen, pueden llegar a hacer porque desconocen los límites o sobre lo que les consienten esos adultos que les acompañan, tan presentes y, sin embargo, tan desaparecidos. No hablo por lo sucedido en el Guggenheim, cuyas circunstancias desconozco, pero de una manera general se ha vuelto muy difícil distinguir, en las relaciones de los más jóvenes con el "mobiliario" de lo público y lo común, dónde está o en qué consiste la obra educativa.
Pero quisiera detenerme hoy en otra cuestión íntimamente relacionada con las dos anteriores. Y es la de un déficit de información o contextualización educativas que, en mi opinión, afecta a muchos de los eventos culturales que se presentan en Euskadi y, de manera muy especial, a las exposiciones. Bien por ausencia o escasez de materiales de apoyo -folletos, paneles, rotulación, audio-guías-, bien por la confusión, inadaptación o limitada ambición de éstos, la visita a muchas exposiciones deja la impresión general de un pobre o descuidado acompañamiento pedagógico o, lo que es lo mismo, de una (otra) oportunidad perdida u ocasión desaprovechada de elevar la capacidad crítica, el diálogo activo de los ciudadanos con las obras de arte y de cultura.
Y ese déficit pedagógico y esa impresión de oportunidades desaprovechadas resultan especialmente llamativos, esto es, alarmantes, cuando se trata de instituciones y medios cuyo potencial educativo es colosal. Y estoy convencida de que si nuestra televisión pública, por ejemplo, les hiciera un hueco a todas las figuras de la cultura y el pensamiento que pasan por Euskadi, en lugar de enredarse en inculturas o páramos intelectuales, si cubriera con anchura más exposiciones y conferencias (y menos "espectáculos" banales o peor), si se fijara como objetivo debatir sobre lo excepcional en lugar de promocionar lo ordinario, disminuirían sensiblemente nuestras posibilidades de entrar con los pies en una obra de arte o de cultura. Aumentarían, sin duda, las de meter, allí mismo y donde hiciera falta, la cabeza.
Artículo aparecido el 9 de mayo en El País.
Literatura vasca en Praga (2 y 3 de mayo de 2011)
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El pasado 2 y 3 de mayo cuatro representantes de la Asociación de Escritores de Euskadi (AEE/EIE) estuvieron presentes en Praga para establecer un puente editorial y literario entre la República Checa y Euskadi. El contacto con la Asociación Luces de Bohemia permitió que el primer día, a las ocho de la tarde, ofrecieran en el Literární Kavárna Řetězová de Praga una lectura de su producción literaria. La labor de Denisa Škodová y Eva Šašková permitió la traducción al checo de los fragmentos seleccionados. Sin olvidar la necesaria aportación de Elena Buixaderas, que hizo más sencilla la estancia en la ciudad de los escritores y permitió que el viaje se hiciera posible.
La parte musical corrió a cargo de Markéta Stivínová. El encuentro permitió conocer el interés que tienen muchos habitantes de la ciudad de Kafka por la literatura que se está produciendo en Euskadi.
Al día siguiente, y a las 18:00 horas, participaron en un encuentro en el Instituto Cervantes de Praga, bajo el título de “El panorama literario en Euskadi en la actualidad”. Este es el texto que aparecía en los folletos editados por el Instituto Cervantes:
"Cuatro miradas que reflejan el cambio de la sociedad vasca en sus literaturas respectivas: Luisa Etxenike, reconocida narradora y articulista de El País; Kepa Murua, poeta guipuzcoano que combina su quehacer poético con la labor editorial desde hace años, Alex Oviedo, escritor bilbaíno y periodista; y Seve Calleja, escritor vasco nacido en Zamora que escribe por y para jóvenes, con varios galardones en su cuenta personal. Los cuatro escritores analizarán la situación de la literatura en Euskadi desde sus diferentes perspectivas y vivencias, además de darnos a conocer sus últimos trabajos.
Čtyři pohledy reflektující proměnu baskické společnosti v jejich literární tvorbě: Luisa Etxenike, uznávaná autorka prózy ze San Sebastiánu a sloupkařka deníku El País; Kepa Murua, básník a vydavatel z Guipuzcoy; Alex Oviedo, spisovatel a novinář z Bilbaa; a Seve Calleja, baskický spisovatel narozený v Zamoře píšící za a pro mládež, oceněný několika literárními cenami. Tito čtyři spisovatelé pohovoří o stavu baskické literatury z jejich perspektivy a zkušenosti a seznámí nás se svojí nejnovější tvorbou.
El viaje sirvió asimismo para establecer relaciones con editores, escritores y asociaciones culturales checas de cara a una futura interrelación. Y abre una puerta para nuevos encuentros con otros escritores vascos. Comenzaremos además a proporcionar material editorial para nutrir a la institución de cara a un mejor conocimiento de todo lo que se está publicando en Euskadi.
Javier Mina expone en la Sala Kutxa Boulevard
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Bajo el título de Suites Friedrich-Macke, el artista donostiarra Javier Mina expondrá su obra en las Salas Kutxa Boulevard de San Sebastián del 12 de mayo al 5 de junio de 2011. La inauguración tendrá lugar el día 12 a las 19:00 horas. En palabras del autor, "los trabajos que aquí se exponen obedecen a una doble lógica que tiene su respectiva correspondencia plástica. De un lado, las miniaturas tridimensionales ofrecen una naturaleza melancólica, por eso se encuadran bajo la advocación del pintor alemán Caspar Friedrich (1774-1840), que enfrentaba el ser humano al paisaje para hacerlo estremecerse debido al choque entre su pequeñez y la majestuosidad del entorno. Conmoción que causaba paralelamente, en el espectador de los cuadros, un agudo sentimiento de melancolía. Y eso es lo que he querido buscar reconstruyendo algunos momentos en la montaña. Por el contrario, las acuarelas están concebidas desde una visión más vitalista. Formas y colores pretenden menos adecuarse a una lectura exacta del paisaje, que recoger –y tal vez suscitar- unas emociones en cierto modo exaltantes. Porque la naturaleza lo es en su fuerza generativa. El puro colorido me ha llevado a colocar, pues, las acuarelas bajo el manto amigo del pintor expresionista alemán August Macke (1887-1914), menos por una correspondencia estética que por una comunión de intenciones (con toda probabilidad). Así pues, ambas suites no hacen sino complementarse. Como un tema y su correspondiente contratema en las composiciones musicales.
KUTXA BOULEVARD ARETOAK
SALAS KUTXA BOULEVARD
Boulevard, 1 Donostia-San Sebastián
ERAKUSKETA / EXPOSICIÓN
2011ko maiatzaren 12tik ekainaren 5era
Del 12 de mayo al 5 de junio de 2011
Egunero / Todos los días:
11:30 - 13:30 / 17:00 - 21:00
SARRERA DOAN / ENTRADA LIBRE
Reseña de 'Los que hemos amado' en El Cultural
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Reseña aparecida en El Cultural de El Mundo sobre la última novela de Willy Uribe:
"Muy reciente la lectura de la anterior novela de Willy Uribe Cuadrante Las Planas, entro en la nueva, Los que hemos amado, con el temor de verme pillado en otro texto arduo en exceso y con la curiosidad de comprobar qué ha sido de las cualidades insinuadas en aquélla. La sorpresa es monumental. Ahora, Willy Uribe (Bilbao, 1965) hace un relato diáfano, lineal, realista, claro en su sentido y ameno, si cabe decir esto de una historia durísima. En cuanto a los atisbos de narrador facultado, la destreza constructiva, la creación de personajes y la vigorosa expresividad del mundo recreado los confirman.
Uribe cuenta una anécdota de taimada sencillez. Sergio, un muchacho de Getxo abandonado por su madre, prostituta, viaja con su amigo Eder, de respetada y rica familia, al sur de Marruecos. La necesidad de escapar del medio le impulsa a emprender esta expedición al mítico Sur donde espera encontrar la felicidad practicando surf y drogándose. La primera parte de la novela presenta la ida, jalonada por un rosario de llamativas peripecias relacionadas con el tráfico de estupefacientes. La segunda refiere el regreso de Sergio, solo, a Algorta tras ocurrirle sórdidas anécdotas a través de media España. La novela responde al patrón de un relato de aventuras con resonancias formales de la picaresca. Sutiles engaños inesperados la encaminan hacia una narración de intriga.
Este andamiaje acoge un par de líneas temáticas. Una se centra en el retrato de ciertos comportamientos juveniles vinculados con la concreta situación histórica del País Vasco. Uribe muestra el hastío y el sinsentido vital de unos chicos a quienes el mundo niega gratificaciones suficientes. Estos veinteañeros pagan un oneroso tributo a la violencia colectiva y optan por evadirse hasta consumar una marginalidad que conduce al delito. La novela ofrece un amplio repertorio de vidas arruinadas.
Uribe consigue darle plena autenticidad vivencial a un asunto manido, la insatisfacción adolescente. En ello resulta básica la otra línea temática, la relación entre dos seres antagónicos, más que por la insalvable diferencia de clase por sus opuestos caracteres, uno sumiso, Sergio, y otro dominante, Eder. Ambos propician una densa exploración psicológica de extraordinaria intensidad y finura de matices en la que se investigan varias fronteras, las de la lealtad, los intereses y, sobre todo, el gran motivo subterráneo, los afectos indecisos.
Los que hemos amado lleva a cabo una profunda incursión en desazones humanas intemporales de corte existencialista. También recrea un mito sin tiempo, el del fugitivo, con ecos del far west. La historia central y sus ramificaciones la cuenta Sergio desde un punto de vista exterior cuya justificación desvela él mismo al celebrar que en las novelas de su admirado Marcial Lafuente Estefanía no haya tiempos muertos que rellenar de reflexiones absurdas. Algo parecido practica Uribe: escribe una historia directa y sin divagaciones . Este estilo tan sencillo como intencionado y los breves capítulos encadenados producen un ritmo narrativo fluido y dinámico que agarra al lector. Cuando éste quiere darse cuenta de la tragedia, la peripecia aparentemente vulgar de jóvenes desnortados ya se ha convertido en un viaje al infierno.