La pequeña obra de teatro que aquí les presento, Ubú Rector, quiere ser un humilde homenaje a uno de los precursores del teatro del absurdo, creador del personaje Ubú y autor de las obras Ubú Rey, Ubú encadenado y Ubú cornudo, entre otras: Alfred Jarry. Comparte con ellas (o lo pretende) su humor surrealista, negro, algo escatológico y, sobre todo, irreverente. Un humor sin h, o sea, Umor, que diría Jacques Vaché. Les confesaré, en cualquier caso, una vez dicho lo anterior (pues el deber de un escritor es exponerse), que otro de los motivos que me llevó a escribir la obra, además del mencionado homenaje, fue algo que quizá ustedes tachen de poco virtuoso: la venganza. Venganza inocua, eso sí, para consumo propio, a modo de lenitivo, y literaria. Concretaré más: venganza que recae sobre la, a todas luces conspicua, Universidad de Texas en El Paso, también conocida por el acrónimo UTEP, que no quiso concederme una beca que había solicitado. En la obra, entre otras cosas, hago una refundación de la Universidad, que pasará a llamarse UPTEP, esto es, Universidad Patafísica de Texas en El Paso, siendo su rector, como habrán podido imaginar, el Padre Ubú.
Nada más. Pasen y lean, y que el humor y la ironía y, por supuesto, la poesía, nos ayuden a vivir.
Esta obra será publicada en breve en la revista Soliloquio, letra U (Soliloquio U. Ti.Ta. ed/25. Gatza).